lunes, 8 de noviembre de 2010

Cadaver exquisito






LA MUSA DE VIDRIO ES MÁS CRUEL QUE EL FUEGO DEL TIEMPO




Me deshice con el fuego de los rélojes de arena

palparon mis ojos el azul de las olas con sus cabellos sangrantes

mi musa herida huyó de mis manos de espiga dormida

de mi lecho de cieno estremecido por aire en el latido más oscuro del corazón de la luna

anochecí en el frío

dormí en la estación de la niebla

pendulé el cuerpo por la avenida astuta de la soledad

murmullos de caricias idas esperan en la esquina

y ya poco me espanta el nombre que se oculta entre su falda

me nacieron alas de cera con el fuego de tu ómbligo mujer

me nacieron celestes cielos en mis canas de asfalto

me nacieron tenues brisas de plomo en la cabizbaja mirada

me nacieron ángeles de piedra en cada estrecho de tu cadera de arena

me nacieron relucientes fantasmas de óxido en cada hora

me nacieron auroras de madera convulsa cuando por vez primera musa de mis días

vi tus alas naranjas en ese crepúsculo que envolvían tus manos

Y ahora

todo se conjuga en imperfecto

En las antorchas que apagábamos no queda más que el comezón de la ceniza

en la era que fundíamos se ha podrido el corazón de los veranos

en la cornisa donde cantábamos los pájaros de nuestro augurio

ya está vacía

rota

y no cabe más que la ausencia que ofrendamos

Tu cuna de vidrio era la espuma

tus glúteos sin duda partieron el horizonte con tus ganas

tu sexo de sal bordada hacía ecos en cada ola dividiendo mis pupilas de árbol

nunca dejes que mi aliento se haga sombra que muerde tus labios

Hay demasiada cuerda floja

examinamos el mapa parches salvados

a la desmemoria restos televisivos junto a la barra

ser y durar

quisimos ser trazadores

marcar una ruta y apenas susurramos


He allí el vientre de cada arrecife abriéndose para esperarme

avistaste el fuego pendular del tiempo en cada grieta de tu sexo solar para abrazarme lentamente

es como nacer y morir

en el instante preciso en que pronuncio tu nombre de girasol estrujado por mi boca de pez.



Roser Amills Bibiloni (España), Alejandro Cordero (Costa Rica) y Noé Lima (El Salvador)

martes, 26 de octubre de 2010

Poesía del Encuentro


El próximo viernes 29 de octubre a las 7:30 PM tendrá lugar la presentación de Poesía del encuentro, Memoria poética del VII Encuentro Internacional de Escritores celebrado en marzo del 2010 en el Tecnológico de Costa Rica, San José, y en varias ciudades del país. La presentación se hará en Casa Cultural Amón (250 nort ...e del hotel Aurola Holiday Inn)

Más que una antología, en el sentido estricto del concepto, Poesía del Encuentro (mediaIsla, 2010) es una memoria donde
se reúne el trabajo de los participantes en el VII ENCUENTRO
INTERNACIONAL DE ESCRITORES realizado durante el mes de marzo del 2010
en varias ciudades
de Costa Rica, América Central, patrocinado por el TEC. Por tanto, es
una muestra representativa de la actividad poética hispanoamericana y de
otras formaciones culturales invitadas al evento. Es importante
destacar que no hay una “voluntad antológica”, sino que lo que
presentamos a continuación es una muestra variada y nutritiva de los
poetas costarricenses e internacionales invitados. La misma es un
abanico de tendencias y generaciones, el cual nunca estuvo pensado para
producir una antología, por eso, en algún sentido, este volumen sería
más bien una “antojología”, en tanto se originó con la selección de los
invitados y no de los poetas a publicar. Dicho de otra manera, en
principio se parte del invitado en tanto su reconocimiento y relación
con el público, no en cuanto a su posibilidad de publicación. Por
supuesto, la calidad de los mismos ha sido certificada con antelación.

lunes, 18 de octubre de 2010

The Pill Versus the Springhill Mine Disaster




When you take your pill
it’s like a mine disaster.
I think of all the people
lost inside of you.


Richard Brautigan (30 de enero, 1935-circa 14 de septiembre, 1984).


Novelista, poeta y cuentista estadounidense nacido en Tacoma, Washington. Su obra frecuentemente muestra su vena de humor negro, parodias y sátiras. Su novela más famosa es la titulada “Trout Fishing in America” de 1967. Comenzó su carrera como escritor cuando se estableció en San Francisco, California, después de permanecer un largo tiempo en un hospital psiquiátrico de Oregon. En San Francisco publicó su primer libro “The Return of the Rivers” (1958) y ya antes era muy conocido porque repartía en las calles sus poemas mimeografiados y participaba en recitales en clubes de poesía. Sus escritos están caracterizados por una notable y humorística imaginación. También algunos temas del budismo zen como la dualidad del pasado y el futuro y la impermanencia del presente, así mismo permearon su obra. Él llegó una vez a escribir: “Todos nosotros tenemos un lugar en la historia. El mío está en las nubes”.

Brautigan se sumergió paulatinamente en el alcoholismo y durante años cayó en la desesperación. En 1984, a los cuarenta y nueve años de edad se suicidó disparándose una bala en la cabeza con una pistola Magnum 44.

Obra poética: “The Return of the Rivers” (1958); “The Galilee Hitch-Hiker” (1958); “Lay the Marble Tea” (1959); “The Octopus Frontier” (1960); “All Watched Over by Machines of Loving Grace” (1963); “Please Plant This BooK” (1968); “The Pill Versus the Springhill Mine Disaster” (1969); “Rommel Drives on Deep into Egypt” (1970; “Loading Mercury with a Pitchfork” (1971).















martes, 7 de septiembre de 2010

Autobiografía de la generación perdida


Antes de convertirme en el aliento del último cedro
fui el respiro de un ser cualquiera

Espectador de la generación de la derrota
de tumbos y caídas

Llegué tarde para ser guerrillero
y ya había más veterinarios que perros

El boom pasó y el próximo bigbang aún no se vislumbraba
las pocas victorias ya no recordaban nuestros nombres

El polvo de las ruinas lo cubría todo
las guerras eran figuras de barro mutiladas
escarbadas bajo los derrumbos

Sobrevivimos a los desplomes de muros y torres

Fuimos parte de la no-historia
y de lo que nunca nos dijeron

Generación asesina del mundo
época de escombro y hormigón
redes antisociales

Antorcha electrónica
gases tóxicos de merienda
crisis petrolera, capitalera, clasera
crisis de la era era era

Llanuras desérticas
bostezos de la desinformación
monolito del silencio

Poco a poco nos absorbían
escribíamos por instinto
publicábamos por necedad

La esperanza:
Pequeño insecto en vías de extinción
desaparecía con cada noticia del diario

Cabalgábamos hacia el hoyo negro del ocaso

La globalización alcanzaba su logro máximo:
peligro de destrucción masiva

Acostumbrados a los fines del mundo
brindábamos con los falsos profetas
quienes de vez en cuando
nos invitaban al último trago de la tarde

Ya ven señores androides
y alienígenas que nos visitan
que no todo era como lo recogen las hemerotecas

Teníamos también los viejos vicios
que la evolución no logró quitarnos

Y eso lo agradecíamos
con los rituales más ancestrales
que encontrábamos

Mañana
-nos decía una canción-
”era solo un adverbio de tiempo”

El mar empezaba a engordarse
y no era el único

El mundo cada vez más pequeño
emprendía el viaje a ser el sartén más grande para freír huevos

Las estadísticas:

50% menos de semen producto de la lluvia anticonceptiva
15% de las mujeres se mandaban flores en el día de los enamorados
Era imposible suicidarse aguantando la respiración
La cucaracha podía vivir nueve días sin su cabeza
antes de morir de hambre

Como broma colectiva
escribíamos epitafios
para los analfabetos del futuro

El ciclo entre las glaciaciones está por terminar:

Carpe diem
memento mori.



Alejandro Cordero.

martes, 29 de junio de 2010

Carta Abierta



Los vientos y las mareas se lo llevan todo.

Este texto es dedicado a muchas personas, a muchos amigos que han partido de una u otra forma... pero hoy especialmente, al amigo y escritor Alexander Obando, deséandole lo mejor en su nueva etapa allá en "La Mirada" de los otros...



Carta abierta

 


Mis amigos llevan poco
Lo inútil que cargan los que se marchan

Venden al mejor postor su biblioteca
y no es como ofrecer los muebles
la colección de botellas o el desfile de botones

Van lejos:
a un monasterio budista
un bosque austral
al codo del diablo

Se lanzan siguiendo el paracaídas de Altazor
se cuelgan en las fotografías
caen de un auto o de la portada del diario

Algunos se van antes de que amanezca
para que el sol no cubra su equipaje y su olvido

Otros 
con el último alarido de la tarde y sus entrañas
apenas difuminan

Veo partir a mis amigos
de paso en paso
de uno en uno

Y nunca encuentro
la estampilla que acaba por sellar
mi despedida.


viernes, 4 de junio de 2010


A propósito del ataque terro-sionista perpetrado contra la flota humanitaria de ayuda a Gaza, producto del Terrorismo de Estado de Israel, un poema vigente del maestro Luís Rogelio Nogueras:


HALT


Recorro el camino que recorrieron 4000000
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno

Auschwitz-Cracovia, 21-10-79

viernes, 21 de mayo de 2010

Cruce de mareas



En este constante fluir del viento, dejándonos llevar por las corrientes salinas, nos encontramos contínuamente con cruces de marea. Y afortunadamente este cruce que nos llegó esta vez es muy grato recibirlo.

Se trata del nuevo poemario del amigo y compañero poeta Diego Mora, de recién publicación en el hermano país de Guatemala, dentro de la colección Catafixia, toma tres.

Hablamos de Estación Tropical.

Un poemario, a mi parecer, amplio y limpio. Bien cuidado en su estructura y en su contenido. Consta de dos partes: Di´(agua en bribri) e Iyok (Tierra en bribri).

En la primera parte podemos sentir toda la magia de Mulurtmi, la diosa del mar para la cosmogonía bribri, con poemas certeros, de supervivencia en tiempos donde la naturaleza y sus dioses se ven amenazados por los intereses económicos y políticos, por la sed de arrancárle a Natura sus entrañas y venderlas en el mercado internacional...

El hablante lírico se defiende, gruñe, resiste: "Yo escribo estos versos/arrullado por corrientes marítimas/ este litoral plagado de signos vitales/donde todo me habla de supervivencia// Me comprometo con los astros/ como granos de arena/ dejo testimonio de este mundo/ decidido a perdurar/ mientras haya quien lo defienda (...)"

Y termina sentenciándo: "Estamos para dar fe de vida/ para defendernos de la muerte/ con todo esto que aún somos"

La segunda parte es un reconocimiento, un reconocer(se) entre las fronteras centroamericanas, entre los canales de Tortuguero, por "el camino rojo" de nuestros pueblos.

Seguir la huella de Iriria (La niña Tierra para los bribris), adentrándonos en los senderos marcados por sus huellas de Danta lastimada.

Este poemario, evidentemente, tiene toda la influencia de Talamanca en sus páginas, el Caribe como eje central, pero no por eso, deja de ser un poemario que abarca a toda la región, a todo el continente, a toda la "memoria colectiva" que cruza aduanas sin pasaporte y sin miedo.

"Hacer poesía cuando no haya alternativa", esta es la apuesta de Diego Mora en Estación Tropical.

Les comparto algunos poemas de este poemario:


Karmar


Se trata de ser lluvia
Que no se detenga el río
Nada de convertirse en charco
                                              o laguna

Hay que desembocar
volver a la cordillera y
suponer que aún
no hemos estado aquí.



Mulúrtmi

[Diosa del mar en bribri]



¿Qué inusitada poesía
voy a dedicarte a vos
que todo te lo han recitado?

Yo aquí de frente en este tiempo
me quedo perplejo

En la ciudad es más fácil
hablar de vos
amante eterna
arrebato del gran otro
pero llegado el momento callo

Interminable sucesión de agua y sal
caderas sacudiéndose incansables para mí
voy a tu encuentro
rozo tus dedos
muslos
cintura
senos espumantes
inconfundible rostro universal
tus labios que hablan en lenguas
todos los dialectos del mundo
en una cresta
Te miro desnuda en mi cuerpo
cabellos de alga
lucho por mantenerme en pie
pero me abrazás y me hundo
en tu entrepierna
absorbo la sal
sube la marea
yo me quiero ahogar
de una vez por todas
Despedirme del cielo
testigo transitorio del acto primigenio
Gemís y me empujás mar adentro
alta mar
pleamar
marea alta
marea roja
turquesa
marea que mareás
marea que te vas y regresás
convertida en otra ola
marea que chocás contra mis besos
marea contoneándose
bailando seductora la canción que trae el viento
marea creciendo como diosa vengativa
que cae con furia sobre este poema
se lleva las estrofas hasta la orilla
donde la arena dibuja líneas azarosas
palabras flotando a la deriva
Me desentiendo del lenguaje
(que el mar decida qué hacer con mi poema)
llevarse los versos como hojas secas
dejar frases tiritando en la playa abandonada
a la intemperie de golondrinas y cangrejos
que el sol irá secando hasta que delgadas
el viento llevará al sur
tal vez al este -nunca se sabe-
donde otro iluso evocará la sal
con la nostalgia que invade al atardecer
Melancolía atracada en tu puerto
pájaros como insinuaciones
suspiros que no sabés interpretar
Te quedás quieta dama delirante
lucís las piedras milenarias
de peregrinajes épicos
puertos nocturnos albergando marineros
acantilados como el del cautivo Prometeo
barcos piratas
botes de pesca
cruceros
conquistadores del nuevo mundo
marcopolo al oriente
vasco da gama al sur
vikingos cruzando el estrecho
fosas marianas al pacífico
cascos gigantescos de hielo polar
cavernas primitivas del gran continente
selvas caribeñas aún palpitantes
todas recorridas con tus longevas manos
tersas y curiosas

De lejos te vas quedando dormida
-aún encuentro frases sueltas entre tus dedos-
me gusta verte caer
disfrutar las miradas de alerta
tus dudas
sabios silencios
y ante todo la perseverancia
para terminar a tu lado.



Enigmas del Pacífico


Nadie sospecha que jugás con la marea
y al hacerlo te descubrís desnuda
sonriendo ingenuamente
sin entender tu cuerpo
ahora preñado de ausencias milenarias



lunes, 3 de mayo de 2010

Hijos del Manglar


Mayo no se puede inaugurar de otra forma que haciendo un homenaje a los trabajadores. A quiénes día a día hacen el mundo y enfrentan la explotación, las injusticias del mercado y sus especulaciones, las consecuencias de la alienación feroz en que nos consume el sistema capitalista...

A ellas y ellos, olvidados y excluidos en cualquier isla:


Hijos del Manglar

 


Sin conocer el frío de los relojes
los hijos del mangle
escuchan el redoble de sus madres
hurgando en el barro

No atienden el susurro 
de las pianguas cerrándose
tras  la marea

Es una isla gigante
para atrapar cangrejos
y se extiende 
hasta donde papá lanza la cuerda

No saben de las básculas en el muelle
de los pesos de menos
de la marea roja

De los kínder garden de la costa
para hijos de extranjeros
de concesiones  hoteles en trámite
para encoger su arena de juegos

Pero por hoy
el sol es una naranja demasiado lejos
el mar un cazador de huellas
los palitos lápices que no necesitan color

Las conchas crujen en los baldes
saben que es casi hora de regresar a casa.


Alejandro Cordero.

martes, 27 de abril de 2010

Buguiamar



                                                    Buguiamar

                                                                             A Lau



Es el momento preciso
enfrentamos corriente y resaca
latido contramarea
palpamos la espuma

Onda recorre mi espalda
respirar no respirar
respirar
me incorporo

Balanceo sumerjo
aguardamos el set
espina dorsal
impulso succión

Ascendemos la marea
somos la ola
nos mareamos
subir remar remontar

Acariciar la cresta
pubis salino a la derecha
rompiente a la izquierda
Deslizarnos

Ahora
vacío vértigo
entrecruzamos piernas en 360
nos arqueamos en el Rollo

Nos agita el oleaje
rocío burbuja
Pleamar/boca abajo
bajamar/ boca arriba
aéreo invertido

Me entubo
encumbro
rozamos el labio
penetro

Efervescencia
remolino arena plenitud
abrazo intangible
la mar.



Alejandro Cordero.

sábado, 24 de abril de 2010

Mono a cuadros volumen I


Es material algo viejo (de hecho advierto que algunos textos ya han sido modificados), pero para los que no lo tengan, o le quieran echar un ojo, aquí se los dejo en pdf:

www.uccart.com/monos/monos/Monos1-ACordero.pdf

jueves, 22 de abril de 2010

Un video para compartir

Vacaciones de semana santa, con Lau estrenando mi nuevo Boogie...

Todos los peces:

Temporada de Huracanes






I

Tienen nombres sencillos
María por ejemplo

No entienden de ritos o lenguajes
Lo revuelcan todo

Primero son tormentas tropicales
en las que se prueba su cabellera seductora

Siempre salvajes
siempre pasajeras

con la despedida dispuesta en los labios
capaz de desintegrarse sin meditarlo

Cómo predecir su trayectoria

Al margen del desastre avanzan contoneándose
y desplazan a otro terreno su ojo silencioso

Los huracanes
siempre han hallado la forma
de damnificarme.


II

Los tornados
luego de su orgásmico tránsito
se van a morir a otro golfo.


III

Desde el Trópico de Cáncer hasta el de Capricornio
saben de memoria la ruta de la miseria

Tienen su itinerario

Profanan todas las iglesias
levantan polvo de los ancestros
disparan al corazón del hambre

Se desplazan constantemente blindados
especulan mercadean firman

Los ciclones que visitan
cada cierto tiempo estas tierras
no dan aviso para prevenciones

Inundan pulperías
puentes semillas

Dejan a su marcha albergues deudas

Y un conteo de daños
Voto por voto.


IV

De década en década
cambian violentamente de ruta
en busca de democracia entubada en oleoductos

En ráfagas
llegan con tanques metrallas
y demás cobardía inteligente

Instalan sus canales de televisión
para que a todo color vía satélite
muestren como los vendavales
dan al suelo las estatuas y mezquitas

Los cadáveres sobrevivientes a las estadísticas
refugiados entre escombros
y sótanos de misil
son la única calma posible
luego de la tormenta
en el desierto.


V

En época seca
cuando las promesas quedan en el lente de la cámara
y las mazorcas se marchitan
y el pozo es una costra de piedra

esas manos
que desenterraron con furia
para solemnes volver a cubrir con tierra a sus muertos

construyen
una vez más
las arcas de los diluvios.


Alejandro Cordero.

Del poemario del mismo nombre, "Temporada de Huracanes"