sábado, 10 de octubre de 2020

Historia del Kung Fu en Costa Rica


 

Acercamiento cronológico a la historia del kung fu en Costa Rica

 

 

 

La influencia cultural oriental china, data en el país desde 1855 con la llegada de los primeros migrantes chinos como obreros para la construcción del ferrocarril, así como otras oleadas que desembarcaron en el puerto de Puntarenas posteriormente, y con historias bastante tristes de incluso esclavitud (venta y escogencia de trabajadores) durante el periodo presidencial de Tomás Guardia.

Podríamos especular que, entre esos migrantes, provenientes de Hong Kong, Cantón, Taiwán, Macao, entre otros lugares, en donde venían incluso familias, llegaron algunos practicantes de artes marciales que continuaron la herencia de generación en generación. Sin embargo, eso sería, como dijimos al principio, solamente una especulación, porque a pesar de que sabemos que sí hubo enseñanza familiar de artes marciales por algunas historias de tradición oral, no existe registro escrito alguno que lo confirme…

Por lo que debemos adelantarnos hasta la segunda mitad del siglo XX… entre esas historias orales más cercanas que sí logramos conocer a sus protagonistas, y de los que sí hay testigos presenciales, hablaremos para empezar.

Pero antes de contar sobre esas historias y sus protagonistas, debemos hacer una introducción sobre el tema que nos ocupa.

A diferencia de otras artes marciales, el kung fu es un universo en sí mismo, una gama completa de sistemas de artes marciales denominadas bajo el mismo concepto. Quedándonos cortos, podríamos decir a grandes rasgos que este nombre engloba, al menos, unos 300 estilos diferentes, divididos en categorías que van tanto en diferencias geográficas, religiosas, o internas y externas. Para hablar en general, cuando hablamos de diferencias geográficas nos referimos sobre todo a la división entre estilos del norte y del sur de China (siendo esta clasificación limitada si pensamos en la gran extensión del país de oriente), en cuanto a la categorización religiosa es un poco más simple, y se divide sobre todo en estilos de origen filosófico budista y taoísta (siendo estos dos los más grandes), y en lo que se refiere a interno o externo, es una clasificación que depende sobre el énfasis energético de sus estilos, si son más físicos o más de energía interna o técnicas de respiración.

Siendo extremadamente reduccionistas, podríamos decir que se le denomina Kung Fu (gōngfu en pingyn) a cualquier estilo de artes marciales de origen chino. Y si nos detenemos a hablar propiamente del término, y de su literalidad, la traducción no es exacta sino más bien conceptual. Cesar Vallejo, el poeta peruano, decía que toda traducción es una traición, pero aventurándonos a esa traición, podemos resumir el término en una acción o actividad que es llevada a la maestría a través del esfuerzo, la constancia, la disciplina y el tiempo. Más literal, Gong podemos traducirlo como “mérito”, y Fu como “maestro” o “maestría”. Y es un término que se puede aplicar, como vemos, a cualquier actividad humana, pero se ha generalizado para hablar en específico de las artes marciales chinas.

Sobre la evolución del mismo, podríamos hablar desde El Arte de la Guerra de Sun Tzu del s. VI a.C, pasando por la historia/leyenda del monge  Bodhidharma (Damo “Tamo” en chino), quien viajó desde la India en el año 527 para expandir el budismo Chan, y se instaló en el Templo Shaolin (templo del pequeño bosque, literalmente). En donde desarrolló sistemas de ejercicios y defensa para que los monjes se mantuvieran físicamente sanos, y además pudieran defenderse de piratas o ladrones. Si bien esa es la historia más expandida y conocida, no se descarta que ya en el monasterio hubiera monjes que habían sido ex soldados buscando refugio, o que tuvieran conocimiento previo de técnicas de defensa y ataque. En todo caso, se le reconoce al Templo Shaolin como la cuna de las artes marciales chinas y, por ende, del Kung Fu. Más recientemente, posterior a la Revolución Popular, también se le conoce como Wushu, término que ha utilizado el gobierno chino para incluso introducirlo como deporte olímpico en una modalidad más deportiva o de exhibición.

Muy bien, una vez puestos en contexto, regresamos a Costa Rica al siglo XX.


Entre esas historias que sabemos antes de 1970, y que diremos (a falta de material escrito), son los precursores en el país, podemos nombrar a don Enrique Yip.


Don Enrique enseñaba a sus familiares o amigos cercanos un sistema proveniente directamente de la Ópera China, denominado Guiming gong fu, que, según decía él mismo, era un sistema descendiente directamente de Shaolin. Sin embargo, don Enrique enseñaba a puerta cerrada, y no recibía estudiantes más que los que nombramos anteriormente… don Enrique fue además un gran entusiasta de la danza del león, de la música tradicional china, y médico tradicional chino. Don Enrique falleció en el año 2012, pero dejando mucha herencia cultural de sus conocimientos.

Otro de los que daba clases de Wing chun a su familia, fue el Sifu Jaime Tang, quien posteriormente sí abriría una escuela para el público en general, y que hasta el día de hoy, sigue operando y es reconocida su trayectoria en el kung fu, y específicamente en el Wing chun. Sifu Jaime Tang además tiene un consultorio de reflexología, y otras técnicas de Medicinaa Tradicional China. Ha graduado a muchos estudiantes, entre ellos al Sifu Luís Valverde quien también se dedica a enseñar el Wing chun.

Es muy probable que se nos escapen muchos nombres de quienes daban kung fu entre sus grupos familiares, pero por las limitaciones de la investigación, y la carencia de documentos escritos, pecaremos de omisión, no sin antes pedir las disculpas del caso por los maestros que por desconocimiento no se encuentran aquí nombrados.

Ya propiamente si hablamos de los precursores con una escuela o enseñando al público en general, debemos situarnos a principios de la década de los 70. Cuando llegó proveniente de Hong Kong un joven maestro llamado Lan Man Lau que venía enviado por sus padres, debido a algunos problemas disciplinarios propios de la juventud, pero quienes pensaron era buena idea enviarlo a Costa Rica para que buscara trabajo, madurara, e hiciera su vida. Así llega al país, cargado de conocimiento en artes marciales, específicamente en el estilo propio de su familia Lam Kaa Kim (o boxeo de la familia Lam, que había aprendido desde sus tempranos 6 años de edad). El Maestro Lam Man Lau además de aprender el sistema de su familia Lam Kaa Kinm, aprendió Siu Lam (Shaolin del Sur/Hung Gar) y Pac Hok (Grulla Blanca) del Maestro Chan Fai. Y aprendió Choy Li Fat de la línea de Fat Sam de su tío Lam Koo. Precisamente este último estilo, una vez que consigue empleo como cocinero en un restaurante, empieza a enseñarlo al público en general en el Gimnasio Costa Rica. Es así como posiblemente esta sea la primera escuela formal de Kung Fu del país.

Entre sus alumnos más destacados figuran Sifu Gerardo Zuñiga, Sifu Delfi Bonilla, Sifu Gilbert Obando y Sifu Augusto Rizzo. Posteriormente en 1985, Sifu Lam Man Lau reabre su escuela, en donde admite como estudiante a Sifu John La Touche, a quien le enseña no solo Choy Lee Fut, sino también Siu Lam (Hung Gar), Chi Kung, y Danza del León. En 1997 Sifu Lam Man Lau se regresa a Hong Kong debido a la muerte de su padre, por lo que debe hacerse cargo de los negocios familiares.

Los sifus nombrados anteriormente prosiguen sus enseñanzas, añadidas a otras más, y tienen sus escuelas y centros de artes marciales, bastante reconocidas en el país sobre todo en el estilo del Choy Lee Fut. Así también de estos sifus aprenden otros maestros como Sifu Ronaldo Aguirre, Sifu Ricardo Brenes, entre otros.


Al mismo tiempo, en la década del 70, el maestro Wang Sing Kem empieza a dar clases de Kung Fu del norte (Shao Lin Chuan), y Tai Chi Chuan, en la sede de la Asociación China Costarricense. De este maestro su estudiante más conocido es el sifu Larry Picado, quien empezó su aprendizaje en el año 1978, y continuaría practicando y enseñando Kung Fu y armas tradicionales del Kung fu.

Por esas fechas de los años 70, llega al país un joven quien estuvo viviendo en Estados Unidos, y trajo consigo un estilo completamente nuevo para el país. El Karate Kempo Americano. Un estilo híbrido desarrollado en Hawái por Ed Parker. Lo nombramos aquí, porque dicho estilo además de tomar influencias de variados estilos japoneses, se basa también en el kung fu (Wing chun y Jeet kune do). El nombre del muchacho es Oscar Domingo (Óscar Campos, su nombre real), y es conocido en la escena nacional por ser un cantante popular con mucha trayectoria musical. Pero antes de eso, fue incluso campeón mundial juvenil de karate. Su escuela estaba en barrio La Cruz, cerca de la esquina suroeste de Plaza González Víquez.

Entre sus estudiantes más recordados de esa época están el sifu Gerardo Villalobos, quien tiene su escuela de Kung fu wing chun, y el sensei Jorge Hernández, reconocido árbitro nacional en cantidad de torneos de artes marciales, y practicante de diversos estilos, y maestro de karate por más de 22 años.


Nuevo siglo

Como es de suponer, todos los sifus nombrados anteriormente continuaron el legado de sus maestros, siguieron practicando en conjunto y por separado, abrieron sus propias escuelas, formaron a sus propios discípulos, cinturones negros, y estudiantes. Todo esto en el transcurso de la década del 80, y 90. Ya para esta última década del siglo XX es muy difícil rastrear a cada uno de los maestros, y las ramificaciones que se han formado a partir de estas primeras escuelas.

Pero, por ejemplo, (y solo para nombrar una de las escuelas formadas en esta década como legado de las que nombramos anteriormente) en 1996 el Sifu John La Touche abrió su escuela formal de Artes Marciales a la que llamó Centro de Artes Marciales Sheng Long, que se ubicó en Tibás, justo al frente del restaurante Antojitos, y por los próximos tres años estuvo en diferentes locaciones. Incluso entrenando un tiempo en las bodegas de lo que era la venta de repuestos automotrices Diluno, cerca del estadio Ricardo Saprissa, para luego trasladarse al Paseo Colón cerca del colegio don Bosco.

Ya cerca del nuevo milenio, aparece en la escena del Kung Fu nacional otro maestro proveniente de Estados Unidos en donde estuvo realizando sus estudios, practicando artes marciales, y asesorando a algunas fuerzas de seguridad desde la década del 80. Cuando llega al país se dedica igualmente a trabajar con la Escuela Nacional de Policía y a dar clases privadas de Tai Chi Chuan, y de Jing jow Pai- Garra de águila. Su nombre shifu Victor On. Quien a mediados del 2001, por sugerencia de uno de sus maestros, decide abrir su propio centro de artes marciales, que continúa hasta la actualidad.

Por el año 2002, un maestro originario de Macao, con un estilo llamado en español “Cinco tigres bajo la montaña”, que proviene directamente del Hung Gar, un estilo sureño, decide reunir a un grupo de diferentes practicantes de kung fu de variados estilos bajo lo que él mismo denominó “shaolin”. Su nombre es Shifu Iat Hoy Chen. También conocido como “Sifu León”, por ser un gran entusiasta y maestro de la danza del león y del dragón. Dio clases en el país hasta el 2004 antes de regresar a China, pero su legado fue muy importante para el desarrollo del kung fu en el nuevo milenio en el país.


Otro sifu quien por esa misma época, alrededor del 2002-2003, empezó su trabajo en Wing chun de la mano de su
 Si-Hing Andrés Wormull de Chile, y posteriormente con el sifu Cemil Uylukcu, fue el Sifu Marco Gómez, quien en la actualidad practica y enseña dicha disciplina en su escuela proWES, y ha traído a Costa Rica para dar seminarios a diferentes sifus especializados en wing chun de diferentes partes del mundo.  

Para el año 2005 el shifu Francisco Lee, después de haber entrenado con algunos de los sifus nombrados anteriormente (incluído sifu León) funda su escuela Organización Costa Rica de Disciplinas chinas y Kung Fu del Templo Shaolin, impartiendo, Kung Fu, Tai Chi, Wai Chi Liao Fa, y Medicina Tradicional China.

A partir del Año 2010 dicha escuela pasa a ser parte del Templo Shaolin de China y cambia el nombre a Templo Shaolin Costa Rica. El 16 de Setiembre del 2013 en el Templo Shaolin de China, el Shifu Francisco Lee obtuvo su discipulado y recibió el nombre de Shi Yan Teng directamente del Abad del Templo Shaolin Shi Yong Xing, quien es el máximo representante del budismo Chan en el mundo.

 A su vez, tres años después, el 26 de Setiembre del 2016  también en el Templo Shaolin de China, la Shifu Nathalie Guillemard obtuvo su discipulado, y recibió el nombre de Shi Yan Miao directamente del Abad de Templo Shaolin Shi Yong Xing, convirtiéndose con esto en la primera Shifu mujer del país.

Para el año 2020 la cantidad de escuelas que han surgido a partir de estas que hemos nombrado ha sido grande. Muchos cinturones negros, Laoshi, y otros han fundado sus propias escuelas o centros de enseñanza a lo largo de todo el territorio, y sabemos que hay enseñanza del kung fu desde Talamanca, Buenos Aires de Puntarenas, Guácimo, Guanacaste, y ni qué decir de toda la zona metropolitana. No los podríamos mencionar a todos porque serían más las omisiones, y tampoco sería justo... Igualmente sabemos que posiblemente en esta recopilación se nos haya escapado quizás más de un nombre de los precursores, pero hemos intentado ser lo más imparcial, justos, y abarcar la mayor cantidad de la historia conocida del kung fu en Costa Rica, y a la vez sumar todos los nombres que hemos podido localizar. Así que para no herir susceptibilidades o egos (más de los que ya pudimos herir, por omisión involuntaria), dejaremos la historia hasta aquí. Esperando que el kung fu siga evolucionando, interesando a muchos más, y teniendo muchos practicantes en nuestro país que continúen con esta tradición y herencia milenaria.

Una de las principales características de cualquier arte marcial, es el respeto por los maestros. Es una tradición y una formalidad muy arraigada, por lo que, con esta recopilación de la historia en el país, es nuestro objetivo mostrar el respeto correspondiente a todos los sifus que nombramos. Sirva también como un merecido homenaje por su dedicación, empeño, trabajo, disciplina, esfuerzo, es decir, gracias por su Kung Fu maestros, y por haberlo desarrollado y expandido en nuestro país. Xiexie, Amitofo.



Recopilador: Alejandro Cordero.


Agradecimientos:

Shifu Francisco Lee.

Sifu John La Touche

Sensei Enrique Gómez Ross

jueves, 2 de enero de 2020

Mi top 5 de playas de Costa Rica

Mi top 5 de playas de Costa Rica






Costa Rica es eso: Una costa muy rica. Vivir en este país y no amar sus playas y sus costas, es casi antipatriótico.


Según cuenta mi mamá, ella me llevó a conocer el mar antes de mi primer mes de vida. Y desde entonces, la playa ha sido un elemento presente y constante en mis 36 años. Eso en gran parte gracias a mis padres que siempre han tenido un buen espíritu aventurero y desde muy pequeños nos llevaron a mi hermana y a mí a recorrer muchas playas, tanto acampando, de paso, u hospedados en cabinas o pequeños hoteles.






Bien puedo decir que conozco, no todas, pero sí muchísimas playas a lo largo tanto del litoral Pacífico, como del Caribe. Y por esa razón tomaré el atrevimiento de hacer la lista, basado en mis gustos, pero también en el conocimiento de las costas costarricenses. Solo como dato anecdótico el más reciente tour que hicimos hace apenas dos meses abarcó 33 playas en 6 días de viaje entre Cabuyal y Nosara, en Guanacaste.

Por supuesto, ninguna selección escapa de las omisiones y de ser influenciadas por experiencias, momentos, sentimientos, gustos, y otros elementos similares.

Así que en parte haré trampa. No hablaré de playas específicas, sino en algunas ocasiones de sectores que albergan varias playas en su entorno, y que me parece justo nombrar, ya sea por su belleza, o por sus diversas actividades. Y por supuesto, basado en mi gusto, es decir, poca gente, tranquilidad, belleza natural, y actividades para realizar.

Sin más introducción, acá está mi top 5:


5.Tivives.

Esta playa es quizás la más cercana desde San José. Ubicada en el distrito de Caldera, Cantón de Esparza, provincia de Puntarenas (pacífico central).

Razones para estar en la lista:

a) Esta playa proyecta en mí muchos sentimientos de arraigo. Gracias a mi tío Fabio que tenía una cabina frente al mar, fue la playa de mi infancia. Recuerdo cierta época en que íbamos todos los fines de semana (y aún no existía la ruta 27). Así que por supuesto debía estar en mi lista.

b) Es una playa tranquila y bella, con mucha vegetación, en donde desemboca el río Jesús María que tiene hermosos manglares que se pueden recorrer en bote. Pertenece a la Zona Protectora de Tivives.

c) Se puede pescar, surfear, o caminar por su extensa playa. Siempre con precaución para nadar por sus constantes corrientes, y por supuesto, por los cocodrilos. Además está muy cerca de todas las playas del Pacífico Central, tanto de Caldera, como de Guacalillo, Herradura, Jacó, etc.





4. Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo.
Ubicado en el Caribe Sur en nuestra hermosa provincia de Limón, este Refugio alberga las playas más bellas de nuestra costa Caribe. Un lugar mágico lleno de vegetación exuberante, aguas turquesas, hermosos arrecifes, playas de arenas doradas, palmeras, deliciosa gastronomía, cultura afrocaribeña, y aguas tranquilas.

Desde Puerto Viejo hasta Punta Mona. Difícil escoger entre las playas, pero debo decir que tengo especial aprecio por Punta Uva, la primera vez que visitamos esta playa la calle era de tierra (el lastre llegaba hasta Puerto Viejo, y el asfalto hasta el cruce de Bribri), acampamos debajo de unos cocoteros, y llovió en abundancia, aún así la amabilidad de los vecinos que terminaron siendo amigos hasta la fecha, y la hermosura del lugar (en ese entonces casi desconocido y poco visitado) nos enamoraron desde el primer momento.



Actividades para realizar: snorkel, kayak, pesca, caminatas, y surf (en algunos sectores y en épocas específicas del año).










3. Playa Zapotal.


Un paraíso escondido. Ubicada en el distrito de Sardinal, Cantón Carrillo, provincia de Guanacaste.

Llegamos a esta playa en un recorrido de exploración de playas, el camino bastante exigente para el carro, pero llegar a este lugar valió la pena, almorzamos sentados en un tronco siendo las únicas personas en el sitio, después de caminar y nadar tranquilamente en sus aguas sin olas.
Es una hermosa playa de arena gris clara, aguas tranquilas y cristalinas, prácticamente solitaria, y de una paz absoluta.





Su acceso es bastante difícil. Es necesario un vehículo 4x4, y no hay servicios, restaurantes, hospedajes, ni nada parecido a su alrededor. Ahí yace en parte su belleza.

Actividades para realizar: caminatas, natación, pesca, y meditación en medio de la tranquilidad del mar.


Muy cerca de otras hermosas playas del cantón de Carrillo.













2. Bahía Drake.



Ubicada en la increíble península de Osa, el lugar con mayor biodiversidad del planeta (solo eso es un privilegio que muy pocas personas en el mundo tienen), y al lado del maravilloso parque nacional Corcovado.


Llegar a Bahía Drake implica en sí una aventura y un viaje único. Sea por carro (preferiblemente 4x4), o tomando la lancha en Sierpe, será de las experiencias más bellas que uno pueda tener.


Por tierra recorrerá toda la costanera, y pasará por pueblitos hermosos desde Puerto Jiménez, como Rincón, Rancho Quemado, etc. Sin mencionar el exuberante humedal Térraba-Sierpe, que se puede ver según la ruta que se tome.

Y por agua, es una experiencia perfecta. Recorrer el humedal por mas o menos una hora, con hermosos paisajes, aves, cocodrilos, y demás. Entrar al mar desde la desembocadura del Sierpe, y poder con suerte observar delfines, ballenas, y otras criaturas.


Una vez en Drake, puede recorrer sus senderos caminando hacia sus hermosas y cercanas playas, algunas pequeñitas y medio escondidas (como Caletas), con arenas claras y aguas celestes. O tomar un bote hacia la isla del caño y bucear con ballenas y delfines.

Actividades: Caminatas, kayak, stand up paddle, snorkel, buceo, observación de aves y mamíferos, tour de ranas y serpientes, tour de ballenas en temporada, visita al parque nacional entrando por las estaciones de San Pedrillo, o por Los Planes.




1.    Refugio de Vida Silvestre Ostional



Este refugio ubicado entre el distrito de Nosara de Nicoya, y el cantón de Santa Cruz, Guanacaste, en el corazón del Pacífico Norte, abarca varias playas, y está cercana a muchas otras muy hermosas e interesantes.

Es un lugar naturalmente maravilloso que merece una enumeración, y aquí va:

a) La primera razón por la que es la número 1 en mi lista, por supuesto, es porque desde hace casi dos años es mi casa y mi hermoso lugar de trabajo y disfrute.


b) Surf. Playa Guiones tiene la particularidad, quizás única, de ser un beach break surfeable sin importar la marea, es decir, tanto en marea alta como baja es posible surfear su ola, que además es abierta, con picos de derecha e izquierda, constante, y noble. Tanto para principiantes como para intermedios o avanzados. No es por ser mi casa, pero es una de las mejores playas del país para la práctica de este deporte.


c) Tortugas. La playa Ostional es única en nuestro país, y uno de los poquísimos lugares en el mundo con una particularidad especial. Esto debido a la existencia del fenómeno llamado Arribada. La tortuga lora, una vez por mes, aproximadamente en cuarto menguante, decide de manera masiva (10 mil tortugas por noche) desovar en este lugar. Las arribadas más grandes son entre agosto y noviembre, donde la playa es invadida por esta especie de tortuga, y se puede visitar con un guía local de la comunidad, así como aprender del increíble proyecto de aprovechamiento sustentable del recurso, y cómo una comunidad puede casarse con la conservación y al mismo tiempo obtener beneficios económicos y sociales.


d) Otras actividades. Es un lugar perfecto para caminar por sus playas, hacer diversos tours, pesca deportiva y artesanal, kayak, SUP, mirar los extraordinarios atardeces, y por qué no, disfrutar de un lugar culturalmente diverso, y poco conocido por el turismo nacional.


Este fue mi top 5. Sé que hay cantidad de playas hermosas que no están en la lista. Pero a todos los que llegaron hasta aquí, los invito a hacer sus propias listas, sus propias exploraciones, y sus propios descubrimientos.

Nuestro país da para hacer un top cada 20 kilómetros de litoral. Conozcamos nuestro país, y disfrutémoslo responsablemente.