domingo, 20 de octubre de 2013

Diosa Blanca

Diosa blanca

 
 
Viste sin formalidades
y pasea por tus ojos
a los que asoma
cuando la reconozco

Retoza en tus pupilas
y la noche tendrá alguno de sus apodos

No es posible dormir
no es adecuado blasfemar otro nombre

Hay que llevar ese parpadeo como una entraña
y de alguna manera poco ortodoxa
exorcizar la mancha del corazón.

domingo, 21 de julio de 2013

Abuela Carmen

Abuela Carmen

“Y en tu noche más oscura te escuché decir qué será de mí
y prometí cuidarte para siempre…”
Nito Mestre





Han pasado cuatro años
desde que subimos  a la ambulancia
y nos despedimos en aquella cama de hospital

Sí abuela
tuve que esperar todo este tiempo para escribirte
pero aquí estoy
haciendo lo que me toca

Tu cuarto es el cuarto de abuelo Ovidio
quién aún te conversa por las noches
y sigue añorando sus bueyes y camiones

La mesa y el tele se conservan igual
la cocina está apagada abuela
la cafetera no chilla infinitamente

Mamá cuida bien tu casa no te preocupés
se esmera mucho y de vez en cuando
prepara tus postres

Mi hermana todos los días repite tu dicho
de poco a poco se anda largo

En navidad aún pone tu portal
con tus santos sobre lana
como te gustaba

el jardín ya no está
pero conservo una foto con mi perro
antes que desparecieran tus flores

Abuela el otro perro
Balú murió antes
 yo sé que la querías mucho
aunque aruñara la piel suavecita que tenías

Tu biblioteca está en mi cuarto
y cuido bien tu primer librito
aquel del ruiseñor
como me lo encargaste

Gracias abuela por aquellos
primeros cuentos de mi infancia
a media tarde sobre tu cama

por permitirme leer
tu colección de Escuela para todos
me despertó la curiosidad
y mi experimentación en la cocina

por enseñarme a usar los cuchillos
aprendí que al peligro siempre hay que agarrarlo por el mango
aún conservo mi primer navajita que me regalaste

Te acordás de los suspiros
ya no los cocino
pero aprendí bien tu receta de las arepas

sigo tocando la guitarra
no olvido que eras  la única que me aplaudía

Aún te escucho cantar mientras cocinás
o mientras me planchás el pantalón
para ir a la escuela

Sigo inventándome juegos abuela
como aquellos desfiles
en los que imaginábamos
darle café a mis muñecos

Sí abuela
este es el poema que te debía
el que nunca leíste.

domingo, 14 de julio de 2013

Hashiko



(Hashiko)


Yo también sé
lo que es olvidar el rostro de quien se espera
y seguir esperando

Sé lo que es sostener en la memoria
solo ciertos abrazos
y apenas un aroma

Sé que hay horas críticas
y el invierno es más duro
con la espera

He visto partir a los viajantes
conozco las señales de los andenes
sé cuán larga es la línea del último tren

Mi diferencia con vos
es que soy una estatua
que no conmueve a nadie.


De Bitácoras caninas

domingo, 12 de mayo de 2013

Vigilia





Vigilia




Hoy que dormís y no estás
a altas horas de mi noche
acuño estas palabras como
líneas turbias de mala traducción

Estas ganas de besar tu nombre
cuando estás dormida
y asumir la palabra que sale de tu boca
cuando decís el mío

No es fácil contenerme
no es como decir
no saldré de casa

Es terrible la ley de la atracción
la fuerza de gravedad
el aire comprimido

Vos dormida entre tanta hoja seca
yo perdido entre tanta selva

Es hermosa la armonía de tu sueño
y un clavo oxidado mi desvelo

Pero he pronunciado cada letra
 te he buscado de pronto en el silencio

Este escozor de callarme
esta aguja de hielo en el costado

Tanta canción de cuna para vos
encerrada en estas manos
que peinan el aire como tu pelo

No es fácil te digo
abrazarme el pecho y contenerlo
No es sencillo domar bestias
que estuvieron invernando tantos amaneceres

Qué frágil el cristal
qué barrera infranqueable
esta de morderme los labios

Ya ves que lucho y me sostengo
te imagino entre los gatos
y entre los lienzos
recorriéndote la sombra como un hechizo
asustando a la pesadilla con mi delirio

Si supieras cuánta luna sos para mi noche
cuánta claridad cuando te veo

Decime que me querés una vez más
en la confianza del ensueño
con tu voz de niña amanecida
dibujame el beso y el asombro

Tomame la mano y la cabeza
sosteneme en la calma de tus piernas
que no caiga al precipicio que me sigue

Teneme paciencia que solo he sabido ser
el coyote fuera de la manada
no he dejado atrás los viejos vicios del acecho
la atávica manía del aullido
el miedo a la trampa y al exilio

Pero no te despertés
No te asustés aún ni nunca
 
A partir de ahora susurro apenas
camino de puntas en tu alfombra

Deletreo tu nombre
me tomo el tiempo
respiro
atiendo
te percibo dormir
y espero.
 

jueves, 25 de abril de 2013

Sobre resurrecciones y otras esperanzas





Sobre resurrecciones y otras esperanzas

               A Diana Canales Rojas

“Y aquí, sobre esta humana vocación de ser piedra,
también es tu presencia la que late…”

José Manuel Caballero Bonald



Regresaremos al mundo
y los minerales que cubran tus ojos
seguirán atrayéndome

Seré la piedra a tu costado
la materia dura que te cubra del polvo
la masa que te guarda del viento

La eternidad un risco que nos sostenga

Ningún invierno
choque de placas
ni cataclismo final
podrán moverme

Las malas intenciones tampoco

Así
en el silencio de las rocas
repetiré palabras
que en algún insomnio nos dijimos

Y vos
seguirás colmando de color
mis días de cantera gris.