miércoles, 19 de diciembre de 2012

Andén




Años atrás tu partida
me hubiera llenado
de letras negras
harían sendero de polvo
o señales de humo

Este día me siento lleno
de viejo llanto

Ya no marcan las palabras
migajas del camino
te veo ir
y me veo quedarme

Redefinir la nostalgia desde tus ojos
limpiar arena y construir la muralla
que proteja tu canto

Hace un tiempo
esas tareas estarían hechas

Hoy pesa más la distancia y el sueño
hoy ya no me sorprende
la lluvia.

miércoles, 17 de octubre de 2012

31 (Bitácoras caninas)




Señor
permíteme salir de tu redil

Que no muerdan los perros
la sombra de mi fuga
que me dejen ir
bosque adentro
donde el peligro y tu enemigo merodea

Que no tomen venganza contra mí
los hermanos sometidos a esta vida
trátalos bien
perdona su falta de talento
y confort

Estoy cansado del silbato pastoril

No conozco más camino que el engaño de los riscos


 aburrido de los laúdes y los romanceros —
opto por el barranco

Apartame de las amantes bucólicas que ofrecés
para mí la derrota y la carne
los pasajeros corrales
el celo fresco a la distancia

Ya nada aquí me apetece
ni las mieles del matadero
ni el heno ocre del amor.


 

de Bitácoras caninas.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Cotidiana





 
Mi abuelo no puede
con los botones de su camisa

Pero desde la oscuridad de sus ojos
se despierta
palpa
y nombra
al mundo.



martes, 6 de marzo de 2012

Dos variaciones haiku sobre el mismo tema

 
(versión Alonso Ramírez):

buscar la sal
en las olas: mi vejez
termina

+

(versión Alejandro Cordero):

en las olas
el viejo busca la sal
y espera
 
 

sábado, 18 de febrero de 2012

Sin razones aparentes




                                                                                                                                                
                                                                                                                a Lena.


Porque la lluvia cae en vos
porque la noche recorre tu cintura
porque todos los relojes  han muerto
porque tus ojos, allá, brillan
porque tu boca, acá, susurra
porque te leo y me lees
porque meto mi mano en tus cristales
porque te canto
porque me acuesto en tus pijamas
porque lanzás la cuerda y el machete
porque te ocultás tras el lente
porque te llamo y no respondés
porque te imagino
porque gruñís y mostrás los dientes
porque me dejás sin algunos verbos
porque me ganás la apuesta y los duelos
porque te entrego mis horas
porque te aguardo y te acecho
porque te mordés
porque te acariciás
porque no hablás
porque te escucho a ciegas
porque el río no te detiene
porque mi aullido no te asusta
porque brindo con vos
porque amás a tu perro
porque besás tus manos
porque te duelen las mejillas
porque veo en tu espalda las líneas del mundo
porque retratás tus sueños
porque creés en la divinidad del señor verso
porque el desayuno es nuestra ruta favorita
porque el mar también te espera y te nombra
porque discutís
porque no me creés
porque desconfiás de mis textos
porque te guiñan el ojo
porque te invoco frente a mis amigos
porque me extrañás en secreto
porque mis ojos ya no son mis ojos en tus fotografías
porque me confieso en tus altares
porque reviso tu horóscopo
porque dibujo tus sombras
porque decís a la puta y vale verga
porque hacés burla de mis errores
porque fumás con la cabeza afuera
porque no te quedás sin una respuesta
porque tu música es mi música
porque tu soda es mi soda
porque no en todo coincidimos
porque tratás de disuadirme
porque dejás que te arrulle como el agua con la piedra
porque espero tu carta
porque me figuro en la terminal
porque te calculo en mi cama
porque el horizonte es más chico
porque miro al sur desde mi ventana
porque no esperás nada
porque lo espero todo
porque creo en la suerte del conejo
porque confío en tus números
porque las historias no se marchan
porque amanezco y te suspiro
porque busco la transparencia de tu cuerpo
porque calco tus lunares
porque me inclino ante tus piernas
porque rozo tus alas
porque las palabras tienen tu poder
porque tu silencio me marea
porque tomás por asalto mi sorpresa
porque no quiero distraerte
porque me aguanto
porque te lo ofrezco
porque me disculpo
porque te derribo el dominó y la cerveza
porque me dolés y te clamo
porque me siento a verte
porque te enciendo la vela
porque no sabés bailar
porque te aturde la multitud
porque voy al encuentro con tu abrazo
porque te trae Jano a través de la frontera
porque tus visiones las creo con certeza
porque también como metáfora te extraño
porque te quiero también en el poema.



Alejandro Cordero.

jueves, 16 de febrero de 2012

Solsticio de invierno





Esta noche en que todos los dioses nacen
 nos celebramos

Los rituales nos vigorizan
la dama de luz nos atestigua

Nuestros inciensos danzan
confundidos con los humores de la tierra

Nos mezclamos en la quietud del astro
escondidos tras los eclipses del invierno

Somos el año que amanece desnudo
la cosecha fértil para el hambre

Renaceremos
y el sol
empezará a crecernos
desde adentro.



Alejandro Cordero.

jueves, 26 de enero de 2012

Carta a Albertina Azocar


CARTA A ALBERTINA AZÓCAR
(Quien fue novia de Pablo Neruda)

Nosotros, los de entonces, ya no somos los
mismos.
PABLO NERUDA


No pude detenerte
a pesar que mis súplicas son otras

¿Te habrá perdonado?

Yo no Albertina
aunque te lo haya dicho

Desde que te fuiste
miento a diario:
Me he sentenciado
a no escribirte

No lloraste Albertina

No tuviste misericordia
para dejarlo escribiendo
“los versos más tristes”
aquella noche

No te parecieron tan tristes

Solamente te sorprendió la palabra odio
y echaste a reír

“Será de otro” dijo Neruda
y tenía razón

Pero el poeta se equivoca Albertina
ése no fue el último dolor
ni serán los últimos versos

Para él la despedida nunca es una

Así que contoneate por las calles
de Valparaíso o Santiago
bailá en todos los bares de San Pedro
contemplá la madrugada en Cartago

Visitá a tus parientes
y que ellos también me olviden

Vos no sos eterna

Tu poema ni siquiera tiene nombre
tu poema es un número
el veinte Albertina
y nadie en él te reconoce

Saboreate esos besos
porque no aparecerán
en ninguna estrofa

Deshazte de las fotografías
arrancale las dedicatorias a mis libros
que no te sorprenda ningún biógrafo

Que no te tiemble la mano
cuando en la avanzada antipoética
te acariciés pensando en otro

Para vos el olvido es un baile de máscaras
una ronda de cerveza
y un auto fino

Para mí:
tu prenda en mi cama que envejece

Albertina
ya tus hijos no tendrán
nombres de poetas olvidados

No tendrás que recitarme nada
ni tendrás que esconderme en el armario

Calma Albertina
no sos la única

Vendrán otras artífices del abandono

Otras a quienes la poesía no les parece
suficiente oferta

predican el cambio de los tiempos

prefieren extranjeros
en aviones sin retorno

aprenden tecnología
para romances posmodernos

y se maquillan
para evitar sospechas

Pero también habrá otras noches Albertina

Insomnios en que pensaremos
en darle adjetivos a los versos

páginas trasnochadas
donde escribo tu nombre
como por despecho.



Alejandro Cordero.
(de Temporada de huracanes)

miércoles, 25 de enero de 2012

Aluvión



Desde la otra orilla
tu mano bajo la arena
abre el corazón a los peces secos

Fumo en las olas rabiosas
el filo de los atardeceres

No estás entre esta espuma

Se han llevado mi nombre
muy al fondo
donde desaparecen esas cosas
que el mar no devuelve

Otra cresta será tu cresta
 otro litoral mi litoral

Ya no la corriente que nos hundió las manos
nunca más tus ojos y el cardumen

El océano que nos unía
se ha roto
para siempre.





Alejandro Cordero.