sábado, 17 de diciembre de 2011

Duermevela



Duermevela
                                                                                                                                                                   



La madrugada es una lechuza vigilante
de tu nombre

tu espalda sobre mi hora
mi brújula y tu astrolabio

La madrugada es mi insomnio
 en tu tatuaje de estrella

Galileo de tus lunares
astrología del sueño

La madrugada es tu canto de pajarita amanecida
 mi aullido de coyote extraviado

Es el trago y el humo
la desnudez y la cocina

La madrugada es tu aroma
que encuentro y busco

Tu pluma certera en mi garganta
tu imagen contra mis ojos marinos

La madrugada es el beso beso beso
como una llovizna de verano

La pista de baile desierta
toda la música en tus manos

La madrugada es el andén vacío
donde tus trenes llegan

Es la playa a lo lejos
el volcán a lo lejos

La madrugada se asume en vos
se consuela en mí

Pasajera cruel en la oscurana
amatista pulida en el delirio

La madrugada es el guiño astuto
el verso ajeno como propio

Tus Malos hábitos
en mi Habitación del olvido

La madrugada se propaga y penetra
se adhiere y se menea

Duermevela de tu cintura
cardumen de tus senos

La madrugada es ingenua y malvada
sensual y serena

tu rostro en mi espejo
tu sábana blanca y tu pelo negro

La madrugada es el lugar y la postura
el modo y el deseo

suspiro y gruñido
jadeo y sentencia

La madrugada es el borde de tu mesa
el cirio y su esperma

mariposa en mi ombligo
luciérnaga en tu cuello

La madrugada nunca despierta
nunca se cansa o se marea

madrugada sonrisa
madrugada silencio

Aflicción intrusa de este amanecer.






 Alejandro Cordero.

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