lunes, 14 de noviembre de 2011

Bitácoras caninas








I

Dovi es un pincher abandonado por su dueño.

Cruzó la frontera con la confianza
en  una mejor suerte.

Nunca imaginó
terminar encerrado en un centro para locos.

Furioso de su destino
muerde las patas de sus amigos
y en su mente
el mundo es otra cosa.



II


Magie es una schnauzer miniatura
o al menos un cruce de ello.

Como muchos de los prisioneros de Alcatraz o de San Lucas
perdió una de sus patas en un intento de fuga.

Al igual que aquellos convictos
Magie tampoco aprendió la lección.

 

  

IV
 A Balú in memoriam

Mi mestiza me mira con su cara de siempre

Reposa su vieja lengua sobre mi pierna
levanta su oreja y no determino
cuál de los dos suspira

Está calmada
como pocas veces la vi en su vida

En su mirada no hay sospecha

Esta será la última vez
que la acaricie.



 
V


Kelly es una husky gringa

Ladra mucho y molesta más

Siempre está en busca de lo que no le pertenece
olisqueando más allá de su territorio
halando trineos que no existen

Típico de su raza
 y de su origen.





 VI

 
Nova es una bulldog inglés

Es difícil serlo en estos tiempos
donde los estándares de la moda están
marcados por las bodas reales
beatificaciones
y demás desordenes alimenticios

Nova está en celo

A la distancia
todos los machos del barrio
la reclaman

Qué bueno que ellos no ven las revistas
sólo las muerden y las cagan
como corresponde.




 
XI


Aldo pudo haber sido un perro normal
sin necesidad de jadear todo el día por
mirar horizontes que no existen

Pero su dueña afirma no poder dormir sin su compañía
ya no sale de casa
y lo obliga a mirar programas de cocina cada tarde

Aldo olvidó cómo ser perro
y ella desde la mecedora
lo imita.




 
XIX


La chica desde la ventana del chat dice
que un hombre que  posa junto a su perro en la foto del perfil
no debe ser una mala persona
 
Quizás tenga razón
El problema es que no conoce a mi perro

No sabe que orina con malicia los zapatos del abuelo
que se come el uniforme de trabajo más limpio
 y domina con finura el arte de la manipulación

Yo le digo que sí y la agrego cortésmente
le hablo de sus temas de interés
le piropeo los ojos y las fotografías

Ella no sospecha lo mucho
que puede parecerse uno
a su perro.





Alejandro Cordero.
del poemario Bitácoras caninas.

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