CARTA A ALBERTINA AZÓCAR
(Quien fue novia de Pablo Neruda)
Nosotros, los de entonces, ya no somos los
mismos.
PABLO NERUDA
mismos.
PABLO NERUDA
No pude detenerte
a pesar que mis súplicas son otras
¿Te habrá perdonado?
Yo no Albertina
aunque te lo haya dicho
Desde que te fuiste
miento a diario:
Me he sentenciado
a no escribirte
No lloraste Albertina
No tuviste misericordia
para dejarlo escribiendo
“los versos más tristes”
aquella noche
No te parecieron tan tristes
Solamente te sorprendió la palabra odio
y echaste a reír
“Será de otro” dijo Neruda
y tenía razón
Pero el poeta se equivoca Albertina
ése no fue el último dolor
ni serán los últimos versos
Para él la despedida nunca es una
Así que contoneate por las calles
de Valparaíso o Santiago
bailá en todos los bares de San Pedro
contemplá la madrugada en Cartago
Visitá a tus parientes
y que ellos también me olviden
Vos no sos eterna
Tu poema ni siquiera tiene nombre
tu poema es un número
el veinte Albertina
y nadie en él te reconoce
Saboreate esos besos
porque no aparecerán
en ninguna estrofa
Deshazte de las fotografías
arrancale las dedicatorias a mis libros
que no te sorprenda ningún biógrafo
Que no te tiemble la mano
cuando en la avanzada antipoética
te acariciés pensando en otro
Para vos el olvido es un baile de máscaras
una ronda de cerveza
y un auto fino
Para mí:
tu prenda en mi cama que envejece
Albertina
ya tus hijos no tendrán
nombres de poetas olvidados
No tendrás que recitarme nada
ni tendrás que esconderme en el armario
Calma Albertina
no sos la única
Vendrán otras artífices del abandono
Otras a quienes la poesía no les parece
suficiente oferta
predican el cambio de los tiempos
prefieren extranjeros
en aviones sin retorno
aprenden tecnología
para romances posmodernos
y se maquillan
para evitar sospechas
Pero también habrá otras noches Albertina
Insomnios en que pensaremos
en darle adjetivos a los versos
páginas trasnochadas
donde escribo tu nombre
como por despecho.
Alejandro Cordero.
(de Temporada de huracanes)